Con la llegada de un ser al mundo existen muchos aspectos que debemos tomar en cuenta para su completa evolución. Entre ellos, el desarrollo emocional en los bebés es uno de los más importante. Esto es debido a que le ayudará y dará herramientas para que gestionen de forma asertiva sus emociones. Además, potenciará las competencias emocionales del niño, las cuales serán cruciales en su desarrollo integral.
El desarrollo emocional es un proceso en el cual el menor construye su autoestima, identidad y confianza en base a sí mismo. Todo ello, lo realizará mediante la interacción con lo que lo rodea. En consecuencia, el niño tendrá las capacidades necesarias de diferenciar, identificar y controlar sus emociones.
Al nacer, los bebés tienen emociones de supervivencia como el llanto, disgusto e interés. Además, cuando cumple su primer mes de vida, los niños son capaces de reconocer emociones en las personas de su entorno como la felicidad y el enfado. Después, cuando el menor llega a los 3 meses, aparece la sonrisa involuntaria, la cual es un estímulo para que los adultos interactúen con él. Igualmente, pasados los 90 días de vida, el niño empieza a sentir sobresaltos hacia estímulos muy repentinos. Por eso, podrá cuestionarse sobre qué es el miedo y cómo evitar pasar por él.
Alrededor de los cuatro meses, el bebé ya empieza a sonreír cuando utiliza sus juguetes. Adicionalmente, es en este periodo que el menor es capaz de diferenciar entre una actitud de enojo y otra de tristeza. Luego, con cinco meses, el niño empieza a mostrar interés hacia estímulos que se encuentran en su entorno. Asimismo, aparece en el la sorpresa cuando alguien le sonríe y se queda atento hacia una cara de enojo.
En el sexto mes, el bebé se excita dando muestras de alegría, chilla o ríe cuando se juega con él. Es en este punto que comienza a tener reacciones de asombro. Al cumplir siete meses, el menor empieza a desarrollar la ansiedad cuando se enfrenta a estímulos desconocidos. Tenga en cuenta que será capaz de diferenciar entre un sentimiento positivo y uno negativo.
A los 12 meses, el menor desarrolla la empatía. Por ejemplo, si el niño ve a a otro pequeño llorar, también lo hará. Por otro lado, comienza a privarse de demostrar algunas emociones y a superar situaciones de temor. Para los dos años, desarrolla la capacidad de imitar las expresiones faciales de felicidad, enojo, sorpresa, asco, entre otros. Finalmente, a los tres años, logra diferenciar su relación emocional con las personas: Con quien juega, quien lo abraza y quien lo regaña.
Cuando el niño tenga cuatro año, el lenguaje será un factor crucial en su vida. Esto es debido a que le ayudará a asimilar la realidad, expresas sus emociones y comunicar sus sentimientos. Por otra parte, alrededor de los cinco años, el menor empieza a desarrollar la “conciencia emocional”. Todos los papás deben velar por su desarrollo ya que es la cualidad que le permite tomar conciencia de sus sentimientos y saber por qué se siente así.
Adicionalmente, desde los 6 los niños, los pequeños se enojan por motivos más maduros. Debido a que saben interactuar con su entorno, son capaces de percibir lo que les parece injusto, las críticas y cuando se sienten rechazados. De igual manera, le dan valor a la confianza y a la ayuda que les brindan. Es en esta edad que empiezan a tener más vínculos con otros niños y niñas. En consecuencia, surgen experiencias de afecto nuevas y aprenden a autocontrolar su expresión emocional.
En esta etapa, los menores empiezan a experimentar sentimiento que antes no habían aparecido claramente en ellos, siendo el amor uno de los más importantes. A su vez, empiezan a percibir emociones contradictorias como el odio, rechazo y disgusto. Debido a ello, se vuelven más reservados con sus sentimientos y al momento de relacionarse.
El aspecto emocional en los bebés está presente desde el primer encuentro que tiene con la madre. Por esa razón, durante sus primero meses ya es capaz de dar señales de sus emociones, siendo evidente en sus gestos. Es importante desarrollar emocionalmente a los bebés ya que pondrá a su disposición herramientas para reconocer sus sentimientos y los de su entorno. Además, los ayudará a gestionar sus emociones de manera adecuada.
Aunque el bebé desarrolla sus emociones de manera orgánica, los padres también pueden brindar estímulos para mejorar el desenvolvimiento de estas. De manera que estarán ayudando al niño a comprender el aprendizaje y evolución de sus emociones. A continuación, le dejamos algunas recomendaciones acerca de cómo los padres pueden estimular el desarrollo emocional en los bebés.
Los bebés a partir de los tres meses empiezan a devolverle las sonrisas a las personas que les regalen una. Por lo tanto, esta es un manera intencional de tratar de comunicarse. Para ayudar en su desarrollo, es importante que cada vez que el menor lo haga, se la devolvamos. Inmediatamente, el infante asociará que la sonrisa de la otra persona es una respuesta a la suya y se estará estableciendo una pauta de comunicación.
Durante los primeros meses del bebé se deben tener en cuenta aspectos básicos como el mirar, tocar y reír. Esto es debido a que se le está brindado confianza, cariño y atención. Por otro lado, el tacto se convierte en el aspecto más importante cuando se habla de ayudar al menor en su desarrollo. Su implementación, facilitará que el bebé sienta el amor de sus padres. Para ello, es necesario que realicen diversas caricias, mimos y engreimientos.
Este punto es necesario pero puede parecer que el menor no entiende lo que decimos porque aún no ha desarrollado su capacidad de lenguaje. No obstante, es importante mantener una charla con él y responder a sus balbuceos. En consecuencia, le dará motivos para aprender a hablar y lo hará sentir escuchado. Finalmente, es una manera efectiva para trabajar su confianza y reforzará su autoestima.
Cada bebé es un mundo diferente, por lo que la evolución no es la misma en todos. Por eso, como padres se debe estar atento a cada actitud del menor. De esta manera, sabrá de qué manera le gusta que lo estimulen. Tenga en cuenta que los padres no deben imponerle el cómo reaccionar o expresar los sentimientos. Tenga paciencia ya que, con el pasar del tiempo, irá conociendo la manera en la que a su bebé les gusta que los estimulen.
El desarrollo emocional en los bebés es importante debido a que le brinda las herramientas para aprender a reconocer sus emociones. Asimismo, ayuda a percibir el control sobre aquello que les sucede, lo cual es vital para una correcta evolución de su autoestima. Finalmente, siempre es ideal que los padres participen en este desarrollo, otorgándole estímulos que hagan sacar a flote sus emociones.
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