En el día a día, nuestro bebé convive con una serie de estímulos que lo rodean. Por eso, es importante sacarle provecho iniciando actividades de estimulación temprana. De esta manera, podremos asegurarnos que estos ejercicios vayan acorde a la edad de tu bebé para no generar errores en su progreso. Asimismo, es importante mencionar que la estimulación favorecerá el incremento cerebral de los recién nacidos.
El realizar las actividades de estimulación temprana sigue siendo vital en los primeros meses de vida del bebé. Además, con ello será capaz de mejorar su calidad de vida, permitiendo un mayor desarrollo de su sistema nervioso. De igual manera, es fundamental iniciar el proceso en los primeros 45 días del bebé. Debido a que el desarrollo de su cerebro y demás habilidades salen a flote en este tiempo.
Por consiguiente, en esta etapa el recién nacido desarrollará una serie de actividades que logrará beneficiar su desarrollo físico y emocional. Es más, permitirá que este pase de manera íntegra desde la dependencia hasta los inicios en su autonomía. Igualmente, día a día el bebé convive con una serie de estímulos que lo rodean y es importante sacar provecho de estos con actividades de estimulación temprana que ayudarán en el progreso de tu bebé
La estimulación temprana es una serie de actividades que ayudan a desarrollar distintos estímulos del bebé. En realidad, su principal propósito es apoyar al máximo la evolución de sus capacidades físicas e intelectuales. Asimismo, estos ejercicios son un proceso que puede ayudar a tratar o prevenir a tiempo algún déficit en su neurodesarrollo
Para garantizar el óptimo desarrollo de nuestro bebé, es importante reconocer que la estimulación temprana comprende diversas áreas. Por ello, se les recomienda a los padres brindar el mismo tiempo e interés a todos estos ámbitos para la adecuada evolución del bebé.
Las principales actividades de estimulación temprana se enfocan en cuatro áreas: cognitiva, motriz, del lenguaje y socioemocional. De igual manera, en cada una se realizan ejercicios y métodos determinados. Cada uno está destinado a cumplir una labor distinta. Por lo tanto, debemos reconocer que por más que se interrelacionan, los propósitos que tienen con el bebé son diferentes.
Área Cognitiva: Está destinada al desarrollo intelectual del bebé. Por esa razón, se encarga de trabajar la memoria y la atención mediante estímulos con los que convive el niño en su día a día. Sobre todo, una de las metas de esta área es lograr que el recién nacido se adapte a nuevas situaciones. De esa manera podrá aumentar sus niveles de pensamiento.
Área Motriz: Esta área se encarga de llevar a cabo la potenciación del control muscular, coordinación y equilibrio del bebé. En consecuencia, le brindará al niño las herramientas necesarias para iniciar con el manejo independiente de su cuerpo.
Área del lenguaje: Se ocupa del desarrollo de habilidades que permitirán que el bebé logre comunicarse con el entorno que lo rodea. De igual forma, engloba tres aspectos fundamentales: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual.
Área Socioemocional: Esta área incluye las experiencias afectivas y sociales en el proceso de crecimiento del bebé. Por eso, el desarrollar esta parte le permitirá sentirse querido y confiar en quienes lo den según la relación que establezca.
Es fundamental conocer las distintas etapas del desarrollo infantil temprano debido a que cada ejercicio de este proceso va para un periodo de vida determinado. En realidad, las actividades de estimulación temprana son muy útiles para los padres o cuidadores. Esto los hará conocer qué pueden esperar en cada etapa y cómo ayudar a sus hijos durante este periodo de desarrollo del recién nacido.
Entonces, para empezar con las actividades de estimulación temprana debemos tener en cuenta algunas recomendaciones.
1. Espacio tranquilo: Una superficie que sea rígida y diferente a la cama como un tapete. Lo importante, es que la mamá se sienta cómoda para que pueda transmitirle esa tranquilidad y calma al bebé.
2. Juguetes de Tela: La tela es lo más recomendable en juguetes para los bebés. Puesto que, al ser tan pequeños, aún están descubriendo nuevos movimientos y muchos de estos serán involuntarios. Por ello, es mejor usar este material para evitar que se lastimen o golpeen el rostro.
3. Poca ropa: La comodidad del bebé es esencial. Por consiguiente, para que el bebé descubra su elasticidad y no se sienta rígido, se recomienda ponerles pocas prendas abrigadoras. Esto los ayudará a descubrir sus capacidades de movimiento y será mucho mejor para su desarrollo.
4. Calentamiento: Este ayudará a preparar al bebé y a los músculos para todos los ejercicios que se realizarán.
Aun siendo muy pequeños, los médicos pediatras recomiendan iniciar la estimulación temprana en los primeros 45 días. Por esa razón, es en su primer trimestre de vida que debemos iniciar con actividades de ejercicios suaves que generarán movilidad en el recién nacido. Como resultado, con el pasar de los días empezarán a percibir nuevas sensaciones y aparecerán los primeros estímulos.
A continuación, te explicaremos algunos de los ejercicios que puedes realizar durante el primer trimestre de vida de tu bebé.
Enséñale un juguete de colores fuertes y posiciónalo a una distancia de 30cm de sus ojos. Luego, solo muévelos de izquierda a derecha. Otro ejercicio complementario será colocar nuestros pulgares encima de las rodillas y cuatro dedos por debajo. El movimiento debe ir de la rodilla al ojo del bebé. Asimismo, debemos hablarle al bebé y recordarle lo que le estamos haciendo.
Para practicar la motricidad del bebé, es recomendable usar un rodillo de tela en el que podamos apoyarlo y sentarlo. De igual manera, una vez el bebé ya esté posicionado lo sostendremos de la espalda y lo llevaremos hacia adelante y atrás.
Con respecto a la evolución psicomotriz del bebé, comenzaremos colocando a tu bebé boca arriba. Luego, llevaremos su mano derecha hacia su hombro contrario con mucha suavidad, lo mismo con la izquierda. Finalmente cruzaremos sus brazos sobre el pecho.
Un punto importante para desarrollar en estas actividades de estimulación temprana, es la integración de ambos hemisferios cerebrales. Para eso necesitaremos una sonaja. Luego tomaremos los brazos de nuestro bebé, las llevaremos al centro y lo ayudaremos a sostenerla.
Si iniciaste el proceso de estimulación temprana con tu bebé en los primeros tres meses, puedes estar segura que este avanzó mucho. Probablemente, ya inició su proceso de socialización y reconocimiento con la madre y el padre. Por lo tanto, empieza a disfrutar pasar tiempo con ellos.
Continuando con las principales actividades de estimulación temprana, en esta etapa de 3 a 6 meses el bebé buscará activamente el contacto social. Además, se desarrollará en mayor nivel su motricidad y mostrará interés por relacionarse con lo que lo rodea. Es aquí donde el bebé irá controlando cada vez más los movimientos de su cabeza. Y cumplidos sus 4 meses, el infante será capaz de mover su cabeza con el tronco cuando esté tumbado en el piso.
Finalmente, a partir de los 6 meses será capaz de permanecer sentado por unos minutos sin apoyo alguno. Pero, para eso es necesario tener en cuenta ciertos logros que debemos ir alcanzando en estas principales actividades de estimulación temprana. Entre ellos está el conseguir que el bebé tenga un buen control del tronco, obtener mayor control en la posición boca abajo y optimizar la posición de arrastre.
1. Colocar al bebe en posición horizontal a la madre. Luego, con una mano dirígete desde la cadera hasta el ombligo. Seguidamente, con la otra mano por debajo de la espalda inclínalo para lograr sentarlo.
2. Realizar una “V” con las caderas de bebé. Para esto, la madre debe colocar sus pulgares debajo de las axilas del bebé. Con esta actividad de estimulación temprana se está generando un apoyo para que el bebé pueda permanecer sentado.
3. Primero debes sentar al bebé para luego colocar su talón en dirección al pañal. Automáticamente quedará boca abajo y después podrás poner juguetes delante de él para llamar su atención. En seguida, para alcanzar que realice el arrastre tienes que generar el estímulo tocando la planta de su pie. Esto lo hará responder en segundos y se arrastrará.
4. Por otro lado, si identificas que el bebé no logra arrastrarse con las indicaciones brindadas, puedes estimularlo de otra manera. Primero, colocaremos una mano debajo de su pecho y otra debajo de los pies para ayudar a realizar el arrastre. Asimismo, otra forma de generarlo es poniéndole un juguete frente a él, estiramos sus brazos y flexionamos sus codos.
5. Para esto posiciona al bebé boca arriba. Luego, inmediatamente ayudaremos al bebé a llevar su brazo hacia arriba. Una vez realizada esta acción, habremos logrado que el bebé quede boca arriba. Este ejercicio nos ayudará a que el bebé tome fuerza en sus brazos y lo preparará para el gateo
En este periodo de tiempo el bebé atraviesa por la etapa de grandes descubrimientos. Primero, se dará cuenta que puede conocer y reconocer objetos con sus propias manos. Por ello, estará continuamente introduciendo sus dedos en su boca y así los babeará.
Por estas razones, es importante saber que el bebé cuando rodee los 8 meses será capaz de sostener objetos más pequeños. Esto lo hará con la ayuda de su pulgar, utilizando su dedo índice como una pinza. De esa manera, tendrá la capacidad de sostenerlos y se irá perfeccionando con el tiempo.
Al pasar por una etapa de descubrimientos, empezará también el proceso de imitación. Por esto, el bebé estará muy atento y se interesará por las acciones de los seres más cercanos a él, en este caso, los padres. Finalmente, en el periodo de 9 a 12 meses el bebé pasará por el proceso más Importante de esta edad, el gatear y mantenerse de pie, dando como resultado sus primeros pasos.
Primero debes trabajar la transferencia de objetos para estimular la capacidad cognitiva del bebé. En este caso, le daremos un cubo en una mano al bebé y le ofreceremos otro en la otra mano. Así lograremos que entienda que puede sostener ambos a la vez.
También puedes sentar al bebé y colocar un juguete que incluya varias partes que puedan desarmarse frente a ellos. A cntinuación, lo invitaremos a tomar con sus manos una de las partes del juguete. Por consiguiente, llamaremos al bebé por su nombre y le pediremos que nos entregue el juguete. Finalmente, lo felicitamos por el proceso.
-Colocar al bebé en la arena y que explore por sí solo. Esto lo ayudará a analizar distintas texturas y descubrir lo que puede hacer con ellas.
-Para desarrollar al máximo sus habilidades motrices, sentaremos al bebé en un tapete y colocaremos un espejo frente a él. Por consiguiente, su curiosidad hará que quiera tocar su reflejo y al momento de estirar su brazo, quedará boca abajo, lo que terminará incitando el gateo.
-Otro ejercicio que desarrollará la motricidad del niño es sostenerlo con delicadeza de sus axilas y pararlo. A continuación, lo inclinaremos con mucho cuidado hacia adelante y hacia atrás, luego nos detendremos. Finalmente, esperamos que el niño se enderece solo.
A partir de los 2 años de vida, las principales actividades de estimulación temprana se basan en el área cognitiva. Es decir, busca desarrollar al máximo el pensamiento crítico de los bebés y su capacidad para analizar situaciones de su entorno.
Algunas actividades que podemos realizar con los niños a esta edad son leer en voz alta cuentos infantiles. Además es recomendable que estos tengan ilustraciones para ayudarlos a entender que hay una relación entre lo que se les lee y lo que ven. Por último , hacer pequeñas pausas en la narración del cuento y hacerle simples preguntas, sobre este, que el bebé sea capaz de contestar.
La estimulación sensorial es el ingreso de información que rodea al bebé a su sistema nervioso a través de los sentidos para generar percepciones y sensaciones. Es por ello, que gracias a los sentidos (gusto, vista, oído, olfato y tacto).y a través de de movimientos que descubre en su día a día, se consolida un proceso de asimilación de la información percibida.
Cuando iniciamos un proceso de estimulación sensorial con los bebés, estos son capaces de generar una idea más precisa y consciente de las cosas. Asimismo, estarán aprendiendo a reconocer diferencias y similitudes entre los objetos y las experiencias de su día a día. Finalmente este proceso ayudará al niño en lo largo de su crecimiento con aspectos importantes de su vida a los que enfrentará con más edad como el lenguaje y hasta el desarrollo de su capacidad lógica y matemática.
-Estimula el pensamiento lógico del bebé
-Potencia la relación social entre el bebé y el adulto
-Incita el movimiento, exploración e interacción del bebé con su entorno
-Mejora la concentración y coordinación del bebé
-Brinda herramientas en situaciones personales a las que el niño debe enfrentarse
-Optimiza el desarrollo psicológico, social y físico del bebé.
El objetivo de la estimulación temprana es reconocer y promover el potencial de cada niño. A toda acción debe incorporarse el afecto y la estimulación, ya que sin afecto no funciona la estimulación. No todos los niños son iguales y no responden de la misma forma. El adulto debe ser sensible a la respuesta del niño para saber hasta dónde y cómo administrar los estímulos. Mantener contacto visual durante la estimulación ayuda para darle confianza y seguridad
Las actividades de estimulación temprana son fundamentales si queremos optimizar el crecimiento físico y psicológico de nuestro bebé. Además, es importante reconocer y respetar cada una de las actividades según la edad del bebé, pues cada una de ellas está destinada un rango de edad diferente.
Por otro lado, debemos identificar que las actividades de estimulación temprana se desarrollan en cuatro áreas determinadas (cognitiva, motriz, del lenguaje y socioemocional) , por lo que los ejercicios son distintos según el área que decidamos desarrollar.
Finalmente y no menos importante, este artículo resalta lo fundamental que es la estimulación sensorial desde el nacimiento del bebé, pues les ayuda a generar una idea más precisa y consciente de las cosas que perciben en su día a día. Además, con su desarrollo es capaz de detectar algún déficit en el desarrollo del bebé.
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