Durante la etapa de crecimiento de los bebés, si iniciamos un proceso de estimulación temprana, aprendemos a reconocer la importancia del desarrollo de cada una de sus áreas. Asimismo, una de los puntos más importantes a trabajar es la estimulación del lenguaje. Es aquí donde podemos percibir si hay un problema en el desarrollo cognitivo del bebé, pues a medida que crece, sus maneras de comunicarse cambian.
La estimulación del lenguaje es un conjunto de técnicas y estrategias de interacción utilizadas para lograr la comunicación del bebé con su entorno. Asimismo, es un elemento vital para el desarrollo cognitivo del menor, ya que forma su capacidad de pensar en cómo comunicarse.
El proceso de estimulación del lenguaje pasa por dos etapas: Prelingüística y lingüística.
Es conocida también como el periodo pre verbal y abarca los primeros 12 meses de vida del bebé. Esta etapa se caracteriza como la de nivel fónico debido a que el bebé solo emite sonidos onomatopéyicos. Por lo tanto, comprende las expresiones vocales y todo tipo de sonido que realiza el recién nacido desde el llanto y sus primeros balbuceos.
Por otro lado, en este tiempo la comunicación que logra entablar el niño con su madre es gestual y afectiva. Además, para que se continúe desarrollando de manera correcta, cada gesto y actividad entre la mamá y el bebé debe ir acompañado de la palabra. Finalmente, es importante resaltar que este periodo tiene un valor trascendental en la conformación de las bases del desarrollo lingüístico. Esto es debido a que le brindará los elementos necesarios para la elaboración de sonidos, sílabas y palabras.
En este periodo el bebé deja de realizar solo emisiones fónicas (sonidos) ya que iniciará con la expresión de su primera palabra. Por lo tanto, se le asigna vital importancia debido a que se reconoce como el primer aviso del lenguaje del bebé con el propósito de comunicación. Por otro lado, este primer anuncio del lenguaje no tiene un tiempo de inicio. Es decir, no podemos conocer con exactitud el momento en que se precisará, confirmará y tendrá como resultado la “primera palabra” del menor.
Con respecto al inicio del habla en los bebés, estudios confirman que las niñas empiezan a hablar un poco antes que los niños. Sin embargo, además del sexo, un bebé puede demorarse más que otro en pasar por esta etapa. Si bien, no existe edad exacta para el inicio de este proceso, se estima que el 90% de niños que hablarán dicen sus primeras palabras desde los 15 a 18 meses, aproximadamente. Sin embargo, los tiempos y capacidades de los niños son distintos y deben ser respetados.
Esta etapa suele ser más amplia la lingüística, por lo que se desarrolla en mayor profundidad el proceso de habla del bebé. Asimismo, debemos recalcar que en este periodo se formará primero el lenguaje comprensivo y posteriormente el lenguaje expresivo del niño.
Cuando el bebé pasa por una edad en la que debe empezar a comunicarse de manera más clara, como es mediante el habla, siempre nacerá la preocupación de si este está evolucionando de manera correcta. Asimismo, nace la la siguiente interrogante en los padres ¿Puedo hacer algo para ayudarlo en este proceso?
Ante esta duda debemos tomar en cuenta que la ayuda de los padres será vital para facilitar el proceso del habla en el bebé. Debido a que estos son el entorno con el que el menor más interactúa, serán los primeros con los que intentará expresarse y comunicarse. A continuación, explicaremos algunas pautas para apoyar en el desarrollo del lenguaje de tu bebé.
Cuando hablamos de fonación nos referimos a cómo se articulan y pronuncian las palabras. Una vez entendido esto, los movimientos que debemos practicar con el bebé son la succión, masticación y sobre todo la absorción. Además, también podemos mandar besos y soplar cañitas y silbatos.
Nunca es muy temprano para empezar a leer con el bebé. Por eso, se recomienda leer cuentos con ilustraciones que logren llamar su atención. Asimismo, cada vez que la madre señala una de las ilustraciones debe nombrarlas para que el menor entienda la relación entre ambas.
Para este ejercicio de estimulación debes utilizar palabras que tengan como máximo 2 sílabas exagerando su pronunciación. La idea es que con el paso del tiempo, se puedan ir aumentado más vocablos para la recepción e identificación del contenido en el bebé.
Los padres deben evitar dar por sentado que entienden la manera de comunicarse de sus bebés. El propósito es lograr que el niño se enfurezca y exprese lo que necesita. Asimismo, es de suma importancia que evite sentir lástima al demostrarle al niño que no lo entendimos y solicitarle una aclaración sobre lo que pidió.
Comenzar con las auto instrucciones de manera concreta le brindará pequeños modelos del lenguaje que emplear. Por otro lado, cuando el bebé esté desarrollando alguna acción, le comentaremos lo que está haciendo al mismo tiempo que la realice para que pueda definir las acciones por su propio nombre.
Se refiere a marcar verbalmente los errores del bebé al comunicarse. Por eso, para corregirlos debemos repetir su emisión pronunciando el modelo correcto. De igual manera, recordar que cuando corrijamos al bebé debe ser con paciencia y delicadeza, esto para no crear frustraciones innecesarias en él.
El niño desde antes de nacer ya cuenta con la capacidad de oír pero, evidentemente, a lo que escuche no le atribuye un significado determinado. Es por eso, que en los primeros meses la percepción de los sonidos en los bebés es evidente pero no el significado que tienen. A partir de los 9 meses aproximadamente, el bebé hace el intento de imitar al mundo sonoro que lo rodea y su atención es dirigida principalmente a los sonidos que él mismo hace, siendo silábicos. Es aquí donde su capacidad de expresarse va evolucionando, pues ya no utiliza el llanto únicamente.
Es durante este periodo de vida del bebé que se recomienda iniciar una serie de trabajos para estimular con mayor empuje el desarrollo del lenguaje. Por otro lado, desde los 2 años los niños poseen un abanico de palabras que ha optimizado su léxico. A partir de eso, comenzarán a desarrollar el habla fluida y con ella, descubrirán un mundo de habilidades para comunicarse. Ahora le contaremos algunos trabajos que puede realizar para ayudar a optimizar las habilidades necesarias de tu bebé.
El repetir el sonido de los animales es ideal para los bebés y si complementamos esta acción dibujando al animal, señalando y haciendo su sonido característico puede ser muy beneficioso. De esta forma, esta actividad recreativa ayudará a que el menor reconozca al ser vivo cuando lo vea. Asimismo, podemos repetir canciones pegadizas y trabalenguas, lo que hará con el bebé es impulsarlo a la imitación.
En este punto, una opción ideal son los bingos fonéticos ya que la dinámica es la misma a la de un bingo normal, con la diferencia que en lugar de los números encontraremos, sonidos de animales, vehículos, entre otros. Por otro lado, con niños que pasan los 10 meses, el “Juego del veo veo” que consta en adivinanzas que realiza la madre para el bebé es ideal.
Para presentar esta tarea de manera más amena a los bebés, lo ideal es utilizar el juego educativo como metodología. Por ejemplo, presentar al menor dos imágenes y un solo sonido, este debe reconocer el ruido que representa a la imagen observada. Finalmente, otro juego al que podemos recurrir es al de la localización del sonido, que lo escuche a una longitud determinada e identifique de donde proviene.
Es sumamente importante estimular el desarrollo del lenguaje en bebés debido a que les permitirá evolucionar su capacidad intelectual y de análisis. Asimismo, contribuirá al desarrollo cognitivo del bebé y a moldear la adecuada expresión de sus ideas, emociones y sentimientos. Finalmente, ya que el área del lenguaje se interrelaciona con otras del proceso de estimulación temprana, esta contribuirá con el desarrollo de otras capacidades como el desarrollo auditivo y visual del bebé.
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