Hay una cosa que creo debemos de tener bien claro, ni el azul es de niños, ni el rosa es para niñas. Y con esto no quiero decir que el pensamiento de otros sea incorrecto, pero esta es mi posición. Muchas veces pienso por qué en una época tan avanzada como en la que vivimos, aún existen personas que no logran abrir sus mentes y ver un poco más allá. En realidad, yo pienso que las acciones que estamos generando al hacernos este tipo de cuestionamientos con respecto a la crianza de nuestros bebés, sí darán frutos.
En este artículo quiero contarles que este pensamiento tan sesgado no siempre fue así. Hubo un tiempo en que a los niños no se les distinguía por el color de su ropa. Es más, era casi igual para todos sin distinciones. Por ello, estoy segura que en un tiempo, espero que no muy lejano, pueda ser normal decir que el rosa es para los niños y azul para niñas. Sin que nadie tenga ganas de cuestionar ese pensamiento y las acciones que te lleven a decirlo.
Un poco de historia
¿Ustedes sabían que a principios de 1900 era común que los niños vistan en tonos rosados y las niñas en azul? Pues sí, pero esto fue después del tiempo en que los bebés no tenían color. Les explico, en esos tiempos todos los padres elegían vestir de algodón y con un color blanco nuclear a sus niños hasta los 7 años. Las razones eran simples, la elegían porque el blanco era más fácil de lavar y decían evitar que el pequeño creciera pervertido por usar una ropa errónea.
Luego de esto, llegaron los tonos pastel como tendencia en el siglo XIX. Pero, a diferencia de lo que pueden estar pensando, ello no se hizo para definir el tipo de género por color. Sin embargo, esto logró darse hasta finalizar la I Guerra Mundial, ya que fue la primera vez que se dio la diferenciación entre estos dos colores. El hecho se conoció por medio de una publicación en la revista Earnshaw’s Infants’ en 1918. Las misma, decía que la regla aceptada era rosa para los niños y azul para las niñas. Como sustento, alegaron que el rosa era más decidido y fuerte, mientras que el azul es más delicado y refinado para las niñas.
Aunque fue un hecho que causó tendencia en esos años, no logró imponerse por completo en el pensamiento de la sociedad. Además, cada almacén decidía por sí solo qué color prefería asignar a cada sexo. Tal y como lo recogió la revista Time en 1927, donde se logra observar que tanto a niños como niñas se les asignaba casi por igual los colores rosa y azul.
Cómo llegó el azul para niños y el rosa para niñas a la actualidad
Ahora que ya sabemos un poco de la historia, estoy segura que también quieren saber cómo llegó a imponerse el rosa para niñas y el azul para niños. Pues, déjenme contarles que esto sucedió en el año 1940 después de la II Guerra Mundial. Es en este tiempo donde se decidió cambiar drásticamente la orientación de estos colores si una razón concreta, solo porque sí. Asimismo, la moda que fue surgiendo en los retailers fue uno de los más grandes impulsadores para que ello se impusiera de este modo.
De esa manera, la sociedad llegó a aceptarla casi por completo si no fuera por el movimiento feminista de los años 60. Estas madres marchaban por vestir a sus hijas igual que a los niños, con la idea de mantener una igualdad de género. Es más, debido a estas protestas una de las más grandes marcas llamada Sears, dejó de producir ropa de bebé rosa por dos años. Por esta razón, las prendas sin género para bebés continuaron siendo aceptadas hasta mediados de los años 80.
De este tiempo en adelante sucedió el gran cambio definitivo. Puedo decir que, de manera inconsciente todos llegamos a asentar la idea de que el azul es para los niños y el rosa es para las niñas. No obstante, si logramos recordar el efecto después de la II Guerra Mundial, podemos encontrar un poco de sentido a esto. En realidad, los nacidos en estos tiempos son conocidos en la actualidad como Baby Boomers. Y fueron ellos quienes crecieron con este concepto de asociar el género con los colores, por lo que vienen aplicando lo mismo hacia su generación en estos tiempos.
La influencia de las marcas en este pensamiento
Ustedes creen que si un bebé pudiera expresar sus pensamientos y preferencias, ¿También escogerían azul si son niños o rosa si son niñas? Pues yo creo que no, ya que estos son seres humanos al igual que nosotros. Y cada uno obtiene con el tiempo gustos distintos a los demás. Pero, lastimosamente todos hemos sido influenciados de cierta manera por la propaganda de marcas y los colores que imponen para cada género específico.
Si a principios de los 1900 esto no era para nada común, por qué continuamos siguiendo el patrón de que el azul es para niños y el rosa es para niñas. Pues una de las respuestas más válida las he encontrado en los estudios que hacen las marcas para lanzar sus productos. Estos, han ido generando ya sea de forma inconsciente o no, que las personas se identifiquen con un cierto color según las imposiciones de sus productos.
Nuestro cerebro reconoce un producto o marca para sacar conclusiones de su personalidad en base a su color. Entonces, si esa deducción no encaja con su personalidad, las ventas podrían verse severamente afectadas. Además, viendo un poco más allá, ¿Se imaginan a un padre de un niño varonil y fuerte identificándose con un producto de colores delicados? Claro que no, ya que hemos crecido con la idea de que todo lo rosa es de chicas y todo lo azul es de chicos, y así lo seguiremos asociando en nuestra madurez hasta que haya un cambio verdadero como sociedad.
Conclusiones del rosa para los niños y azul para las niñas:
Si no hubieran llegado las modas y las grandes marcas para hacernos asociar los géneros con un color específico, estoy segura que aún los padres seguirían vistiendo a sus bebés de blanco. Pero, de igual manera sé que haber impedido eso hubiera sido imposible. Puesto que, el desarrollo económico y comercial es lo que mueve más a la sociedad día a día.
Asimismo, debemos centrar nuestros esfuerzos en criar a bebés sin decirles que el azul es para niños y el rosa para las niñas. Considero que al hacer esto, estaremos formando a niños inteligentes, más fuertes y seguros de hacer sus propias elecciones si tener que ser presionados por lo que dice la sociedad o alguna marca en especial.
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